El pasado jueves 22 de octubre, la Asamblea Regional de Murcia aprobó una reforma de la ley de Radiotelevisión de la Región de Murcia (RTRM), en la que se modificó el mecanismo de nombramiento de su Director General. Este cambio se realizó a propuesta del PSOE, cuyo diputado Emilio Ivars expuso en la tribuna que esa era una «una medida urgente para conseguir la imparcialidad, la pluralidad y la independencia informativa». A poco que uno conozca el entramado legal que envuelve la televisión pública de la Región de Murcia (7tv) sabe que eso es una patraña.
¿Cómo se va a conseguir la imparcialidad, la pluralidad y la independencia informativa en la televisión pública, si el director general ordena la programación «de acuerdo con los principios básicos y las líneas generales aprobados por el Consejo de Administración» (artículo 12), y dicho Consejo está formado exclusivamente por representantes de los partidos políticos?
Además, si rascamos un poco más y nos leemos el pliego de prescripciones técnicas comprobamos que «los programas de servicio público de tipo informativo serán producidos directamente por el adjudicatario, asumiendo este la determinación de formato, estructura, programación periodicidad, organización, edición, emisión y responsabilidad editorial». Por lo que el Director General ya puede decir misa, porque carece de potestad sobre CBM-Secuoya (la empresa adjudicataria) para garantizar a los murcianos una información veraz, independiente y plural.
En otro nivel queda el incumplimiento ejecutado por el PSOE en materia audiovisual. Rafael González Tovar se comprometió públicamente y en reuniones con representantes del sector, antes de las elecciones autonómicas, a cambiar la Ley para volver a un sistema de gestión directa. 5 meses después donde dije digo, digo Diego. El control de la televisión pública ha pasado de estar en las exclusivas manos del PP a estar compartido con estos dos estafadores de la oposición. Otra calamidad más que añadir al triste historial del sector audiovisual y de la televisión pública.