Cuando uno busca en la red ‘salto de eje’, casi todos los resultados de primera página van encaminados a confirmar la definición de Wikipedia: «El salto de eje es un error grave de sintaxis en el lenguaje cinematográfico, que se produce cuando no se respeta el eje de acción imaginario que se establece entre dos personajes que interactúan o en la línea de desplazamiento entre uno de ellos y un objeto presente en la escena». Mucho cuidado con tomar por cierta esta falacia.
Lo leo y me acuerdo de mis tiempos universitarios. Cuando algunos profesores, presuntamente versados en la materia, sentenciaban en la misma línea sobre la regla de los 180º y su quebrantamiento. Para argumentar sus axiomas siempre citaban incomprensiblemente el mismo ejemplo de la película de John Ford La Diligencia (1939).
Hay múltiples saltos de eje, sí. Pero no es la única escena. Durante toda la película, John Ford se salta el eje en incontables ocasiones. Y si bien ello condiciona la continuidad visual, está lejos de ser un error grave de realización en este caso.
Durante gran parte de la historia, esta road movie transcurre en el escenario de la diligencia que lleva a los viajeros. Entre ellos se forjan distintos tipos de relación. Así surgen convergencias y divergencias, que John Ford construye visualmente con este recurso precisamente: el conflicto hace saltar por los aires el eje, la cooperación lo respeta.
Para cuando llegamos a esta escena de supervivencia básica para los viajeros, la continuidad salta por los aires e impera el caos. Este planteamiento de realización será precursor de infinidad de escenas bélicas en el cine en adelante.
Además, conviene aclarar que la sintaxis no existe en el lenguaje cinematográfico. Hay que dejar de comparar la lengua escrita con el lenguaje visual. No se pueden comparar dos cosas que no son iguales.
La regla de los 180º y el salto de eje
Esta conocida regla de lenguaje audiovisual, lo único que dice es que, en una escena, cuando dos personajes interaccionan entre sí se establece un eje de acción imaginario entre ellos que divide el espacio escénico de 2 partes. Para mantener la continuidad visual, y no confundir al espectador respecto a la ubicación de los personajes en el espacio, lo correcto sería mantener las posiciones de las cámaras en uno de esos campos. Si no respetas este principio, te estarías saltando el eje.
¿Está mal saltarse el eje? Depende. El criterio lo es todo. Si lo haces porque no te has dado cuenta o porque eres más chulo que nadie, corres el peligro de desgraciar la escena. Pero si responde a una función narrativa puede convertirse en una poderosa herramienta para comunicarte con el espectador. En La Diligencia John Ford emplea los saltos de eje fundamentalmente para mostrar las divergencias entre los personajes. Cuando hay afinidad entre ellos, el eje está bien. Cuando no la hay, se lo salta.
Pero esto no es cosa sólo de John Ford. Cualquier cineasta serio lo hace. Kubrick, Scorsese, Kurosawa, Tarkovski, Bergman… Todo Cristo. Y no hace falta ser un maestro del cine para hacerlo. Lo importante siempre es mantener el criterio narrativo para que el espectador, que acepta tu código visual de forma subconsciente, no se sienta estafado.
En la siguiente escena de El resplandor (1980) Kubrick nos obsequia con tres importantes saltos de eje.
Salto 01: Cuando Jack Torrance identifica a Grady como el vigilante que mató a su familia.
Sato 02: Grady, tras ser ‘desenmascarado’ por Jack, le da la vuelta a la realidad y devuelve el punto de vista a la fantasía en la que él no es un vigilante, sino un camarero negando ese recuerdo.
Salto 03: Jack contraataca. Pero aquí la escena da un giro final a nivel dramático, porque Grady lleva a Torrance a confundir realidad y fantasía. En adelante, la escena discurre en plano-contraplano; Grady (el hotel) tiene el control mental de Jack y lo vuelve contra su familia.
Para cerrar aquí va un reto: En la siguiente escena hay un salto de eje. ¿Por qué lo hace Ridley Scott?
Ni idea de porqué Scott dejó que el montador hiciera eso pero añade bastante confusión a la escena. De repente, parece que Dekard esta disparando por delante de la chica. Un desastre, en mi modesta opinión. No creo que la razón sea un supuesto fallo de Ford disparando con la mano izquierda. Pero no tengo explicación. Me parece un error de todas todas.
De todas formas, es cierto que el salto de eje puede utilizarse como recurso. Lars Von Triers suele hacerlo y Medem tiene una magnífica escena donde parece entenderlo mejor que nadie:
http://www.doctormentalo.com/2007/08/el-salto-de-eje-como-deja-vu_28.html
Un saludo y prodígate más.
Dejó que el montador lo hiciera porque estamos en el punto medio de la historia. En momento de inflexión en la actitud de Deckard hacia lo que está haciendo. Hay una conmoción interna del personaje fundamental. Para mí todo un acierto. Muchas gracias por tu aportación. No recordaba ese caso de Medem. ¡Hace tiempo que no hago una revisión de su trabajo!
Salto de eje en el ultimo disparo de Dekard, no parece ni que sea de la misma secuencia, puesto que no hay tanta lluvia y agarra la pistola con las dos manos, lo que si se interpreta es que la persecución acaba en ejecución con ese ultimo disparo.
Ese plano se rodó en el mismo set. Lo que hicieron en montaje fue invertir la imagen para así saltarse el eje. Deckard es diestro. Y en ese plano en que coge el revólver con las dos manos aprieta el gatillo con la izquierda.
Obviamente es el mismo set, pero no se rodó en el mismo momento que el resto de la secuencia, es muy posible que se rodara a posteriori.